El Geoparque Orígens
El Geoparque Mundial de la UNESCO Orígens es un territorio con una extensión de 2.040 kilómetros cuadrados situado en los Pirineos catalanes. Su extraordinaria riqueza geológica y su importancia internacional le ha permitido, desde el año 2018, formar parte de la Red Mundial de Geoparques mundiales de la UNESCO.
Aparte de conservar el patrimonio geológico, los Geoparques contribuyen al desarrollo local sostenible a través de la investigación, la educación, la divulgación y la promoción de su patrimonio geológico, natural y cultural en beneficio de la población local.
El Geoparque Orígens ofrece numerosas actividades que permiten realizar un auténtico viaje en el tiempo para descubrir los orígenes de la evolución de la Tierra y de la vida, desde el Big Bang hasta nuestros días, en un territorio que incluye 19 municipios distribuidos por las comarcas del Pallars Jussà, la Noguera, el Alt Urgell, y el Pallars Sobirà
Entre sus objetivos están:
(1) Permitir el acceso de la comunidad científica a un registro que actualmente se encuentra distribuido por diferentes museos y centros de toda Europa.
(2) Contribuir en los programas educativos de las escuelas de Paleontología de todo el mundo, así como en las escuelas de secundaria y primaria
(3) Contribuir a la difusión de este excepcional registro fósil, y a la historia de su descubrimiento.
Sierra del Montsec
En la Sierra del Montsec de Meià, situada entre las comarcas de la Noguera y el Pallars, se ha encontrado una excepcional colección de restos fósiles que, por varios motivos, son muy poco conocidos, tanto en ambientes científicos como en el ámbito popular.
Las rocas que componen este macizo calcáreo, que se levanta hasta 1.700 metros de altitud, se formaron principalmente durante el Jurásico y el Cretácico.
De los aproximadamente 150 millones de años de historia de estas rocas, queremos destacar un periodo muy corto que corresponde al momento geológico en el cual uno o varios lagos de agua dulce ocuparon esta zona. Esto ocurrió hace unos 125 millones de años, durante el Cretácico inferior, en plena época de los dinosaurios, cuando estas masas de agua dulce estaban llenas de vida y servían de hábitat para animales y plantas que, al morir, se depositaban en su fondo.
Los lagos del Montsec
Aquellos lagos se caracterizaban por presentar un fondo de ambiente reductor, es decir, con ausencia –o presencia muy baja- de oxígeno, hecho que imposibilita que los organismos que descomponen la materia orgánica puedan vivir. Ello permitió que los restos de animales y plantas que se acumulaban en el fondo se preservaran de forma excepcional en el momento en el que quedaban cubiertas por los barros de carbonato cálcico que se iba acumulando. El resultado, después de millones de años de procesos geológicos, fueron unas rocas compuestas por numerosas láminas de carbonato, de diverso grosor, que escondían los restos fósiles de los habitantes de aquel ecosistema.
Una conservación excepcional
Lo que hace excepcional a estos yacimientos es el grado de conservación de los restos que se han descubierto. Nos encontramos en una localidad clasificada como Konservat-Lagerstätten, es decir, un yacimiento de fósiles con un grado de preservación excepcional, donde aún podemos ver las marcas del contorno del cuerpo, de tejidos blandos o las nerviaciones de un ala.
Una gran dispersión de los hallazgos
Desafortunadamente, los millares de fósiles que han salido en estos yacimientos se encuentran repartidos entre diferentes museos y colecciones particulares de todo el mundo, hecho que ha enmascarado la importancia de las más de 100 especies nuevas que se han descrito. Y lo que también podemos considerar excepcional es la historia de su descubrimiento, su explotación y la dispersión de los hallazgos, hechos que abarcan casi 150 años de historia.
Aquí podréis encontrar esta historia, los personajes que participaron y los fósiles que se han encontrado hasta ahora.