Las expediciones de Lluís Marià Vidal en el Montsec
Los primeros contactos de Vidal con el Montsec
Lluís Marià i Vidal (1842-1921) fue un ingeniero de minas, un excelente investigador de campo y un pionero de la paleontología. En 1872, después de prospectar la cuenca con lignitos del Alt Berguedà, continuó la búsqueda de carbón en el Montsec más meridional. Durante dos años consecutivos, 1872 y 1873, llevó a cabo dos excursiones desde Santa Maria de Meià y Pont d'Àger, respectivamente, hasta los niveles con carbones cercanos al pueblo de Rúbies. Durante estos viajes Vidal fija la posición y extensión de las capas de carbón del Montsec de Meià.
En estas primeras visitas Vidal ya localiza varios fósiles de época aptiense, pero es a partir de 1888, al ser nombrado jefe del distrito minero de Lleida cuando vuelve a explorar el macizo. Además de llevar a cabo investigaciones geológicas y paleontológicas, también se interesa por los restos arqueológicos, dando a conocer
varios dólmenes. Casi cada año, desde 1888 hasta 1895 realiza alguna visita al Montsec, atravesando el macizo de norte a sur y de este a oeste, estudiando la geología en detalle, recolectando fósiles y haciendo fotografías de la zona.
Las demarcaciones mineras 1898
Una de las tareas de Vidal como encargado de la jefatura minera fue la de delimitar las concesiones mineras de carbón y piedra litográfica sobre el terreno, aprovechando estas tareas para continuar con sus observaciones geológicas. La primera indicación de calizas litográficas la hace durante una excursión de revisión de la estratigrafía el 17 de octubre de 1898, entre la ermita de San Sebastián y el primer risco, y que posiblemente correspondan a las de la Cabroa (ver Aragonés 2019), aunque que en ese momento ya estaba construida la carretera que llevaba a la cantera de Rúbies y que ésta ya se encontraba activa, según se ve en la fotografía de octubre de 1898 donde se ven los derrubios de la explotación. Cabe remarcar que por aquellas fechas no se había localizado ningún fósil en la cantera
