La col·lecció de vertebrats al Museu de Geologia
El Museu de Ciències Naturals de Barcelona (MCNB) tiene cerca de 140 años de historia y su sección geológica, llamada Museo Martorell de Geología o Museo de Geología de Barcelona, es una de las más antiguas de Cataluña.
Las primeras muestras que llegan al MCNB (Gómez y Alba, 1997) datan de mayo de 1908, son un regalo de la «Sociedad Calizas Litográficas S.A.» y corresponden a una plancha grande y tres pequeñas de caliza litográfica.
Curiosamente, los primeros fósiles que se depositan en el MGB los aportó el Presbítero de Santa Maria de Meià, Emili Gràcia y Lafuerza, que gustosamente aportará más fósiles, siempre y cuando se le abonen los gastos. Por la primera remesa, se le abonó 25 pesetas y consistió en unos cuantos invertebrados y un pez que se dieron de alta el 6 de abril de 1908. El mismo mes se le compró una segunda remesa, también muy pobre, con la presencia de un Microdon y dos Lepidotus incompletos.
En 1910 Vidal, formaba parte de la Junta Técnica para el Museo de Ciencias Naturales y Jardines Zoológica y Botánica y en 1910 propuso una excursión al Montsec para enriquecer la colección de fósiles de Cataluña. Esta campaña, que se realiza durante la primavera y, duró 25 días, y representó un gasto de 500 pesetas (Gómez y Alba, 1997). Es decir, fue la primera visita pagada y oficial de Vidal a La Pedrera, aunque no hay constancia de que se recolectaran fósiles.
Desde ese momento hasta la muerte de Vidal no entraría ningún fósil más de la Pedrera en el MGB. En cuanto al fondo particular de Lluís Marià Vidal, éste llegó en marzo de 1922, vía testamento y dos meses después de su muerte, que tuvo lugar el 10 de enero. Según explica Gómez-Alba (1991) Vidal hace una dejación de todas las colecciones de fósiles, rocas, minerales y objetos de Prehistoria. El traspaso desde el Museo Vidal al antiguo Museo de Ciencias de la Ciudadela tuvo lugar entre los días 16 y 21 de marzo, y el día 28 se traspasaron los armarios y vitrinas donde estaban ubicados los materiales. El gasto total de esta tarea fue de 195,5 pesetas y los trabajos los llevó a cabo la auxiliar de Geología Sofía Gallego.

En 1931 la Junta de Ciencias Naturales compró la colección Baltasar Serradell, a cambio de una pensión vitalicia de 100 pesetas mensuales por su viuda Esperanza Bordoy. La colección constaba de 17 piezas de la Pedrera pero, como veremos más adelante, no se inscribieron de forma correcta en el Libro de Registro del Museo y se incorporaron al fondo sin ser numerados.
En 1956 Suñer i Coma, becario honorífico del Museo, recolectó y dio al MGB una colección de 28 ejemplares de la Pedrera que contenía 6 peces, 2 crustáceos, 3 insectos, 2 gasterópodos, 14 pequeñas losas con plantas y un coprólito de pescado.
Un punto y aparte de la colección se da con la entrada al MGB de un nuevo conservador de las colecciones de Paleontología en 1977: Julio Gómez y Alba. En aquel momento, y según nos explica el propio autor (Gómez y Alba, 1997) se desconocía el número exacto de ejemplares que componían la colección llamada «La Pedrera de Santa Maria de Meià». Parece que más de 50 ejemplares, muchos de ellos sin número de colección ni etiqueta, se encontraban dispersos en el museo. El primer trabajo fue reunir las unidad identificadas como «La Pedrera» y compararlas con el Catálogo de la Colección Vidal. Esta tarea se hizo tanto por la flora como por la fauna. Uno de los principales problemas fue diferenciar la colección Serradell de la colección Vidal, lo que alertó de la complejidad de esta colección y constatar que no estaba formada exclusivamente por las donaciones de Vidal.
Los últimos ejemplares de la Pedrera entraron en el MGB en 1986, como parte de la colección del Dr. Villalta donada al Ayuntamiento de Barcelona compuesta de 26 ejemplares entre los que destaca un Amiopsis woodwardi estudiado, ese mismo año, por la Dr. S. Wenz.
Esta colección ha sido ampliamente consultada por investigadores de todo el mundo. Gómez y Alba (1997) detalla todas las consultas que se han registrado desde sus inicios, comenzando en 1926 con el «XIV Congreso Internacional de Geología», que tuvo lugar en Madrid, pero que en una de las excursiones programadas en Cataluña se visitó el Museo de Geología, especialmente la colección Lluís Marià Vidal. Esta acreditada la presencia de Nopcsa, Depéret, Stefanini y Broili, entre otros.
Hoy, la colección comprende 204 fósiles y 18 holotipos (Gomez Alba 1997) y vale la pena mencionar el tipo de lo que posiblemente podría ser el angiosperma más primitiva identificada hasta ahora, la Montsechia vidalii. También están depositados los holotipos de los peces actinopterigios Lepidotes ilergetis, Caturus tarraconensis, Vidalamia catalaunica, Amiopsis woodwardi, Propterus vidali, Ichthyemidion vidali, el sarcopterigio Holophagus leridae, el anuro Palaeobatrachus gaudry y el cocodrilo neosúcido Montsecosuchus depereti. Además, otros 10 holotipos se encuentran temporalmente en las instalaciones de la Universidad de Barcelona.