Un pequeño afloramiento con grandes sorpresas
La Cabroa o Cabrua es un pequeño afloramiento que se encuentra en la vertiente sur del Montsec de Meià y forma parte del llamado “Cinglo de la Cabroa”
El afloramiento se encuentra en uno de los pasos más complicados del camino que sube desde Santa Maria de Meià, pasando cerca de la ermita de San Sebastián, en dirección a la fuente del Reguer. El afloramiento se encuentra a una altitud de unos 1200 metros.
El descubrimiento
En 1953 Bataller hace la primera cita de este paraje como un posible yacimiento cuando se pregunta cómo es que se explotó la Pedrera cuando había un afloramiento con losas calcáreas cerca de Santa Maria de Meià.
Es de suponer que durante los trabajos de extracción de la Pedrera, trabajadores y capataces se tuvieran que fijar en esta zona dado que el camino de Santa Maria a la Pedrera, y viceversa, pasa por este punto. Posiblemente, la reducida extensión del yacimiento, la gran cantidad de pared que se extiende por encima de este paso, y el hecho que muchas capas fueran muy finas, fueron los factores clave en la continuación de los trabajos en la Pedrera de Rúbies.
Redescubrimiento y época de esplendor
Como apuntó Antoni Lacasa en 2013, el verdadero inicio del estudio científico del yacimiento de la Cabroa comenzó el año 1979 en el marco de un proyecto de prospección y excavación en la Pedrera de Rúbies, El equipo de trabajo estaba compuesto por miembros de la sección de Geo-Paleontología del Institut d’Estudis Ilerdencs y “els Amics de la Paleontologia”.
En este equipo también participó personal del laboratorio de Paleobotánica de la Universidad de Lyon. Para llegar a la vieja pedrera el equipo subió por la pista que sale de Santa María, pero el estado de ésta hizo que los vehículos parasen justo en el punto donde aparecen las calcáreas litográficas. Una vez comprobada la presencia de fósiles se decidió establecer el campamento base y se efectuaron campañas de excavación durante 15 años.